"Es verosímil que la disociación evolutiva de los dos componentes cerebrales antes citados contribuyera a crear situaciones cada vez más aberrantes, en las que el poder y la innovación técnica se pusieron al servicio de instintos brutales y violentos. Las guerras contemporáneas nos enseñan hasta qué punto son potenciados los impulsos agresivos y destructores con los medios técnicos de que disponemos. Por eso la rapidez en el aumento de las facultades técnico-científicas no es una garantía de una utilización buena y civilizada de los conocimientos humanos. Al contrario, cuanto mayor es la diferencia entre las funciones desempeñadas por el componente neocortical y el límbico, mayor es el peligro de que los avances científicos y técnicos sean aprovechados con fines destructivos. Con el rápido avances de los descubrimientos el desarrollo es un hecho indudable a escala mundial, mientras que el progreso permanece relegado a la esfera utópica de las grandes esperanzas del hombre."
Rita Levi Montalcini "El as en la manga. Los dones reservados a la vejez"